10 de abril de 2008

En paz- Amado Nervo

Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino:
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.
Cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno...
mas tú no me dijiste que Mayo fuese eterno!
Hallé, sin duda, largas noches de mis penas
mas no me prometiste tú sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.

Vida: nada me debes. Vida: estamos en paz.

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