26 de diciembre de 2010

.... - María Pía Augusto

Como se entiende lo que se dice
cuando se reniega de lo que se dijo
así yo comprendo tus palabras
que a mis oídos les son nécias.

Dónde se busca lo que se pierde
porque se encuentra lo que se buscó
ahí me quedo yo contemplando
eso que llaman gran desilusión.

Quizá porque soy reacia a negar,
dije que si muchas veces antes
a muchas cosas inapropiadas,
a muchas personas equivocadas.

Será que estuve de mi divorciada
que ya no creo en las alianzas
que a donde mire veo guerra
y que resguardo mi trinchera.

Yo no evoco falsas promesas
ni malgasto en amor eterno
Sólo me limito al proverbio
de ser quien impone el pero.


-.Pía Augusto.-

19 de diciembre de 2010

... - Pía Augusto

Es ese paso apresurado que te lleva
a esa puerta que no querias pisar,
que te apresa en una incógnita
preguntandote que habrá detrás.

Es esa frase nunca antes mejor dicha
al decir que nada tiene ya un final
Una suspicacia intrépida del destino
que a buen puerto te hace llegar.

Es todo cuanto hubo en el haber
esa manera rápida de crecer
Ese paso apresurado que lleva
a todo cuanto pudiste andar.

Esa marca en el velocímetro
esa pieza sin poder encajar
El rompecabezas mental
que nunca pudiste armar.

Es esa ilusión que tenías
la que supiste olvidar
Es ese sueño inesperado
que hoy vuelve a empezar.




-.Pía Augusto.-

Siempre igual - Augusto Pía

Vos y tu incansable silencio
y mis perfectos defectos
Y tu tan sublime sutileza
de no decir siquiera adiós.

Yo y mis incontables guiones
y tus insufribles excusas
Y mi tan aguda lengua
que se astilló de hablar.

Vos como cualquier otro día
y yo alguna de estas noches
nos veremos a la cara
sin decirnos la verdad.

No habrá lugar a las excusas
ni serán hirientes los silencios
Seremos una vez más los dos
sin saber que nos pasó.



-.María Pía Augusto.-

Decir adiós es crecer - Augusto Pía


Lo pensé mil veces, quizás porque dudaba o no quería creer.
Estabas ahí tan sólo para despedirte.
Te vi tan reacia a compartir, tan negada a confiar, como te ví cinco años atrás; tan igual y tan serena, como si la vida te hubiese dejado, en aquel viejo amor, congelada.
Nunca te dije cuánto me dolió aquélla vez.
No tuve el valor necesario para afrontar que en tu vida no era nadie y así permanecí. Y aún así, permanecí.
Debí haber sabido en aquél momento, que estabas sólo para despedirte y muy a pesar de mi conciencia, seguí contigo entrelazada como si en tu sangre mis venas descansaran.
Jamás supiste cómo me sentí al ser tan sólo alguien más que en tu vida ves pasar.
Yo estuve para pasar como pasa el tiempo, como se acaba el día, como se agotó nuestra amistad.
Y es porque te supe llamar amiga alguna vez, como suelo nombrar a las cosas; como se apoda a quien se quiere cuando se tienen las palabras exactas. Por eso te nombré, porque eras importante. Y seguramente yo no tuve nombre más que el propio, que hoy te reniega, que te desconoce.
Hoy te debe doler saber por fin quién fuí; saber que a nadie verás entrar en tu vida con tanto afán de entenderte y que a nadie podrás llamar amiga, porque no existe ya la palabra, se fue conmigo.
Olvidarás el nombre de las cosas y reinventarás nuestros recuerdos, para no sentirte sola cuando te vuelvan a fallar, cuando descubras lo sola que estás, soledad.




-.Pía Augusto.-

Términos, alarmas - Augusto Pía

Podrán decir que el tiempo tiene final
que todo tiene dentro de sí un arenal
que la casa se fecunda con la arena
y el minutero se corroe de segundos.

Pero dirán también que no está bien
que ningun tiempo es tan bueno
y que nunca nos alcanza
pero cuando lo hace es el final.

Hacemos caso omiso de lo fugaz
creyendo que todo puede durar
y arrastramos nuestra nostalgia
añorando lo que ha acaecido.

Somos frutos añejos del destiempo
siempre corriendo sin saber a dónde
sin el optimismo que antecede al triunfo
con la sonrisa perdida en el ayer.

Ahora entiendo porque no hay tiempo
porque nos volvemos tan vulnerables
cuando todo alrededor se hace frágil
es cuando suena la alarma del reloj.



-.Pía Augusto.-

No - Augusto, M.Pía

No te mires en esos ojos que te tienen a mal traer
que la desdicha es mucha y no sobran halagos
Esa boca no pronuncia palabras verdaderas
se hizo eco de una mentira en otras bocas.

No tomes la mano de quien te supo mentir
no tiene más razon que la de hacerte sufrir
Ese corazón no tiene mayores atributos
no cumple promesas ni rinde tributos.

No le dediques una sonrisa cómplice
pero no ignores a quien te ignoró
no le des chance de arrebatarte
la fórmula de ser quien al fin ganó.


-.Pía Augusto.-

15 de octubre de 2010

Besos - Pía Augusto

Si una boca caprichosa
hallare en mi buen puerto
No habrá ancla que enclave
si no da buenos besos.

A la impronta de tu boca
que con apuro se asoma
se le olvida que el destino
ha de ser más que mis labios.

Para quedárseme impregnados
el sabor de buenos besos
deben ser provistos con frescura
y con buen tino repartidos.

El buen vino se degusta
no sin antes ser tomado
Moja los labios el tinte
e impregna de aroma el sabor.

Lo mismo han de ser los besos
como el vino en su justa medida
un racimo de uvas en una boca
que sedienta los aprueba.





-.Pía Augusto.-

Acércate a mi - Pía Augusto

Pon tu cintura en mi cadera
posa el deseo sobre mi boca
En cada beso que he guardado
se va un poco de mi contigo.

Y aproxímate más a la locura
sin tenerle temor al pecado
que la vigilia nos demora
en la pronta entrada al cielo.

Cógele la manecilla al tiempo
que mi noche se irá a tu vera
y miéntele a mis sentidos
si es que no se fueron contigo.

Encontrarás letal la cercanía
de un cuerpo hoy resucitado
y atarás a tu mano la lujuria
acaso por mi te abandonara.

Retosa en mi húmeda caricia
y vuelve luego a tu lugar
Pero ésta noche aquí conmigo
déjalo todo ven acércate a mi.





-.Pía Augusto.-

8 de octubre de 2010

Puff... Que no te privaticen el corazón!

¿Qué buscamos los indecisos que pareciera que nunca acabamos de encontrarnos?

A veces me planteo una situación hipotética: me imagino viviendo otra realidad.
Otras tantas, sueño despierta y contemplo con mis ojos cerrados una constelación lejana, alguna galaxia perdida y me siento un satélite sin rumbo, sin planeta, girando sobre mí misma sin un propósito coherente.
Me encuentro todos los días con algún reflejo en el papel, con alguna persona que supo ser y profeso mi credo contra la mutación nefasta que cierta gente sufre constantemente.
Pareciera que es mal común sufrir ciclos menstruales los 365 días del año o que es fácil fingir sufrirlos. En todo caso, ¿reditua hacerse el sufrido?
Estimo que ciertos problemas existen fácticamente pero pongo en duda algunos que nacen de la boca para afuera; aquellos que crecen en la mente de quien se los crea ilusoriamente para que les tengan pena sino estima "por haber sufrido tanto".
Sinceramente, no creo que quien se jacta de sus problemas para llamarle oportunidad a quien debiera ser amigo, sea merecedor de la estima de almas erráticas como la mía.
¿Será que algunos ven oportunidades y medios tras cada portal, sin ver la mano que abre la puerta?
Hay quienes no saben ver más allá de unos ojos bendados y están los que se escudan detrás de quien tiene ideales y valores.

Lo ideal sería caminar libres, despojados de tapujos, sin el deber de prestar atención, con la confianza necesaria para tender un auxilio sabiendo que luego, no te van a dejar en llanta.




-.Pía Augusto.-

4 de octubre de 2010

La ira de tu adiós - Pía Augusto

La ira me controla, te exacerba, me vigoriza los sentidos, relentiza el pensamiento, te acaba por consumir. Y las decisiones ya no son voluntarias sino impensadas, impensables, dirigidas por mi rabia.
Hubiese preferido no saber, cerrar los ojos a la verdad y vivir en la utopía que me creaste.
Hubiera elegido otro sinsabor con menos espuelas, menos espinas, sin tus rosas.
Y caí en la cuenta de que el mundo es tan real que ésa es la razón de que te duela tanto morir.
No creí poder sentir sin haberlo vivido todavía y rompería un espejo con tal de hacerte volver de aquél sitio inesperado.
Destrozaría tu vista en mil pedazos, desperdigándolos por el suelo, mientras alguno cuelga aún por si todavía decides regresar por esa puerta; pero ya sos invisible.
Y duele saber que no estás más ni siquiera en el espejo, ni en ésta vida, ni en las demás.
La ira controla incluso mi creencia, mi desdicha, tu desdén inacabado.
No soy la misma desde que se marchitaron tus flores y llegó la dichosa primavera.
Crecí a tu vera, deshojada, despoblada, pero aún vivías en mí.
Y hoy, en cambio, te fuiste sin decir siquiera adiós.



-.Pía Augusto.-

Adiós - Pía Augusto

Lo vi llegar caminando a la estación
perderse entre la gente que divaga
esperar impaciente que arribe el tren
y tomarlo deseoso de llegar a destino.

Las cuatro de la tarde en aquel bagón
que se posa repleto de miradas
que trona como campana de recreo
que se pierde entre las vías.

Buscaba alguna excusa para no ver
cuando subió y fue casi inevitable.
Miraba sus pies con verguenza
como quien esconde un secreto.

Me llamó la atención aquél instante
el mismo dibujo en mi mente ocurría
y se acercó al asiento sin más prólogo
con los auriculares y ensimismado.

No se dignó a mirarme un segundo
o tal vez gustó jugar al distraído
Ni siquiera pude oír qúe música
sonaba a todo volumen en su cabeza.

Se acercaba la primera parada
y resigné mi dicha viendo el boleto
quince minutos restaban o menos
para que acabase mi idilio.

Como por capricho de mi suerte
se le acabó la bateria
y de un suspiro acomplejado
guardó todo artilugio.

Se dedicó a mirarme equidistante
a un asiento de mi,
a tres pasos de mi boca
a 3 minutos de la parada.

Tenía una boca sinuosa o quizás
ese fue el pretexto para mirarlo
nunca se lo llegué a decir
pero nunca lo olvidaré.

Restaba un minuto y acabaría
me iría de una vez sin saber
si alguna vez pudiera verle
o volverle a encontrar allí.

Me paré apresurada de un tirón
teniendo un colocón al verle
pues no dejaba de sonreir
al pararse el también.

Y tendió su mano hacia mi
aproximó un papel escrito
mientras no pude evitar
"la sonrisa de despedida".

No lo volví a encontrar
supe que se quito la vida
y en tan solo cuatro palabras
me dijo adiós sonriendo.


-.Pía Augusto.-

2 de octubre de 2010

Y cada sombra con su doble - Pia Augusto

El espejo lo reflejaba luminiscente en su cúspide
y a medida que la luz se hacia tenué distorcionaba
cruelmente todo rastro de realidad fehaciente
que pudiera quedar tímidamente en él.
La lámpara permanecía aún entonces encendida
aunque fuese de día, aunque el sol gritara.
La cortina lo cubría todo sin dejar que entrase
ni la luz, ni el sol, ni la palabra a su boca.
Vacío. Se sentía completamente vació
de adentro hacia afuera y viceversa.
Incompleto como libro de hojas secas
como un cuento sin final ni prólogo acabado.
Desde la punta de la habitación lo observé
parado en la nada que implica su mundo,
buscando motivos que hagan a su felicidad
con un muro que tuve que saber surcar.
Entonces abrió las ventanas de par en par
y dejó que la luz lo cegara por completo.
Comprendí que en lo oscuro hay comodidad
pero que sin la luz no existe la vida.
Me extrañé de conocer al fin su sombra
allí sopesada a sus pies como la nada
Parecía inmutable ahí reticente a mí
como si la oscuridad la consumiese.
La quise estrechar en mi regazo
pero era incluso inmune al tacto
Sólo tenía el color de la sombra
más su forma era igual a la suya.
Entonces sucedió lo inexplicable
algo por dentro y fuera se removió
La luz que entraba me cegó también
y quiso mi sombra hacerse presente.
Allí permanecimos inmóviles los dos
cuando él ávidamente se me acercó.
Lo vi tan de cerca como nunca antes
que sentí su aliento apoderarse de mi.
Un instante después se dió la vuelta
y dirigió su atención hacia la ventana.
Comprendí en el instante que era sombra
de aquello que bien supo ser alguna vez.
Y me encontró desnuda en el piso
empañada enteramente en la luz
y aún así envuelta en mansa oscuridad
porque yo era entonces su sombra.
Su extensión indefinida, su otra mitad
su aletargado remanso ausente de luz
Su viva imagen aún carente de color
Yo y cada sombra con su doble.





-.Pía Augusto.-

Flor imperial - Augusto Pia

El ejercicio premeditado del verbo
la conjugación de tus palabras
el sujeto tácito que se fue contigo
y la oración que no pude acabar.

La sonrisa sin tener su sustantivo
la razon que se queda en motivos
Las huellas que dejan mis pasos
y aquella mano que no aferré.

Mi moraleja sin una historia verídica;
el final feliz de algunos cuentos
El príncipe azul que nunca existió
y aquella bruja que sí conocí.

Antagónicos o complementarios
sujeto expreso que esta ausente
presunción de tosca imaginación
mano doble en tu partida literal.

Flor imperial a todos tus decretos
la asignatura pendiente de tu ego
el basto silencio cuando no hablo
el vació relleno en tus mentiras.

La partida de suerte que sí gané
la falacia que no pudiste sostener
El mundo que se cae a tus pies
y yo mirándolo atentamente caer.





-.Pía Augusto.-

28 de septiembre de 2010

Carta despojada de interés - Pía Augusto

Comprendí entonces, que todo se reduce a la falta de valores en lo cotidiano; que el mundo gira de todos modos y que la ley de gravedad es un pretexto para atarnos al suelo y dejar de soñar.
Entendí, que ya nadie cree en cuentos, ni en príncipes azules. No existe más la magia de Disney, no resta siquiera un manojo de ilusión. Se perdió el remedio a vivir, naufragó en un instante el anhelo de sonreir.
Acaté las directivas, me acomodé a las normas y no se detuvo el incierto; no se reestructuró el mundo ni se apagó el sol.
Seguía la gente famélica de interés.
Busqué en la historia un suceso que lo cambiara todo, un libertador que revivir para comenzar un holocausto y así terminar con esta desidia universal.
Se cruzaron por mi mente miles de posibilidades, acciones positivas e incluso negativas para hacer claudicar éste régimen de hipocresía generalizado del cual adolece todo ser, del que no hay vacuna más que ficticia.
Pero de tantas enfermedades que pudieran ocurrírseme, de tantos males para enfermarse, duele saber que se puede morir de desilusión; que la confianza se pierde y así también el corazón.
Finalmente, como en toda historia donde algo crece, se cuece el desinterés, aflora el egoísmo recíproco y le damos de comer a Darwin. Perdemos eso que nos hace más humanos y menos bestias; en vez de crecer, nos volvemos retrógradas de costumbres, insulsos en toda lógica. Y ya no somos entonces, quienes decíamos ser porque desaparecimos en el derecho. Convertimos lo valioso en lo banal y acabamos latos de significado, sabiendo menos de lo que supo Sócrates, con menos certezas que Platón, pero sí entusiasmados con la fábula del buen salvaje de Rousseau.
Será que la necesidad de vivir en sociedad nos ciega o nos corrompe y luego ya nada importa más que ese que avasalla al resto; o será la falta de interés que socavó en la paranoia y la implantó en la cultura para volvernos más primates en vez de primitivos.
Estoy algo perceptiva, sino perceptible, de tanto bullicio ignorante, de tanto hambre lactante, de éste vacío intelectual.
Despojada de inocencia y sin la ilusa posibilidad de que algo vaya a cambiar más que yo.
A lo mejor estoy despojada de todo el interés ordinario, pero si de algo estoy desinteresada es, en dejar de soñar.







-.Pía Augusto.-

17 de septiembre de 2010

Extraños conocidos (Pía Augusto)

No tiene importancia si los años nos separan;
si las ansias sucumben ante la impaciencia;
si tu boca equidistante aquí y ahora,
mañana me escribe una carta de despedida.
Entonces, seremos extraños conocidos.
Yo fingiré conocer quién fuiste con certidumbre,
mientras tú en silencio pernoctas dubitando
lo rápido que dejé de existir;
si es que en verdad me enterraste viva.
Te habré conocido en tal medida quizás,
que arriesgaría a adivinarte los pasos.
Envilecería la razón de todas ellas,
si supieran que fui quizás la única
que jamás te hubiera conocido tanto.
Y ello no porque fuésemos extraños conocidos
sino porque aprendí a conocerte como nadie.
Irradiaré la experiencia de tus conmutaciones,
sabré cuánto y cómo fue que cambiaste.
Si es que no fuiste así antes del cambio.
Y rogarán tus ojos que no sepa ver más
para no seguir con el tiempo desnudándote,
para no acabar la procesión que comenzaste.
Creerás que somos extraños conocidos,
pero entonces caerás en la cuenta
de que me conoces como nadie lo hará,
de que no te fui tan extraña al fin
y sabrás entonces de lo que soy capaz.





-.Pía Augusto.-

Te espero (Pía Augusto)

Contando las vueltas del reloj,
mirando pasar sus agujas,
me detuve un instante
en verdad a esperarte.

Pues anhelo tenerte como te tuve,
siempre silente y moldeable;
a mis hechizos incorruptible,
siendo del hubo juez y verdugo.

Pasará el tiempo siendo proeza
y restará aún así una certeza:
aún si quedara algo cierto
sería que aún yo te espero.

Miro por la ventana e imagino
que llegas como antes solías.
a la hora que te plazca lo hacías
para matar de un beso mis ansias.

Pero reniego del propio deseo
que te clama aún a la distancia
Impertinente y peor sin gracia
y será verdad que aún te espero.

No puedo resignarte al olvido,
me rehuso a dar por perdido
lo que un día me fue cumplido
aún así sin haberlo esperado.

Porque no hay reloj en mi tiempo,
ni existe pues un apuro en mi alma.
Algo tengo hoy aquí por seguro
y por eso te espero.





-.Pía Augusto.-

El veneno (Pía Augusto)

Lo tomé ligero como quien lo toma gustoso
Me lo bebí de lleno sin dejar siquiera algo
Lo acabé de pronto sin degustar el sabor
Lo terminé con prisa quizás por temor.

El piso giraba mientras yo reía y
la realidad era otra sino ella misma.
Qué placer cuando está todo al revés
no sé siquiera dónde están mis pies.

Estaba todo dentro de mi cabeza
como si hubiera existido una ruleta
y sus números pasaban de mi
mientras yo me reía inútilmente de ti.

Comprendí que era el veneno,
se esparcía rápido como el alcohol
Lo que me habías dado no era sino
un mal trago de amor.

Mi criterio no lo soportó demasiado,
todo en su lugar y yo girando
como si el mundo se hubiera acabado,
sólo por un beso envenenado.

Era un veneno cruel.
No acabó conmigo,
tan sólo mató mi sed.







-.Pía Augusto.-

12 de septiembre de 2010

E.Galeano - Ventana sobre una mujer

La otra llave no gira en la puerta de calle.
La otra voz, cómica, desafinada, no canta desde la ducha.
En el baño no hay huellas de otros pies mojados.
Ningún olor caliente viene de la cocina.
Una manzana a medio comer, marcada por otros dientes, empieza a pudrirse
sobre la mesa.
Un cigarrillo a medio fumar, muerto gusano de ceniza, tiñe el borde del
cenicero.
Pienso que debería afeitarme. Pienso que debería vestirme. Pienso que
debería.
Llueve agua sucia dentro de mí.
Ventana sobre la memoria
Quien nombra, llama. Y alguien acude, sin cita previa, sin explicaciones, al
lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando.
Cuando esto ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del todo,
mientras no muera la palabra que llamando, llameando, lo trae.

Eduardo Galeano - Mujer que dice chau

Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Replubicana y una revista vieja que dejaste aquí. Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ese fue el día en que empezó la suerte.
Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas decíamos, todas las cosas cada vez mejores que nos van a pasar).
No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, puede decir a nadie lo que ha sido.

17 de agosto de 2010

A esos ojos verdes - Pía Augusto

Esos ojos que van sin alma
Como perdidos sin un ancla,
Van turbados de amargura,
Van sumidos en la penumbra.

Verde es el eco de aquél mirar
Que alguna vez encontró piel.
Supo tener vida al tocar
Y encontró desnuda la hiel.

Aquéllos ojos aún van sin rostro
Como iluminados de incertidumbre.
Desamparados van sin lumbre,
Van bañados en tu soledad.

Supieron ver como ningunos,
Fueron perlas de algún collar.
Hoy van desencantados,
Como se pierde la paz.

A ellos me refiero si te nombro,
Como guiados por la locura van.
Van sin rostro, van sin alma,
Así tus ojos verdes van.


-.Pía Augusto.-

Aún así, quisiera - Pía Augusto

Si la vida se me fuera en este instante,
Si este fuera el último de mis suspiros,
Si afuera se desatase una última guerra,
Y acabase por comenzar al fin el final...

Si la muerte no le rehuyera a la vida,
Si un año no fueran tan sólo doce meses,
Si mañana existiera un nuevo día todavía
Y aún así por capricho saliera el sol...

Quisiera mirar el mundo una vez mas,
Llorar hasta que se inundase mi casa,
Reírme hasta sufrir de alegría,
Y entender que mañana es hoy todavía.

Si los minutos no dirigiesen tu vida,
Si el tiempo fuera un mal invento,
Si la luna fuese de queso
Y "raza" llamáramos a los colores...

Quisiera entonces pintar el mundo,
Cambiar los sueños y matices,
Nombrar las cosas a mi modo,
No discriminar porque lo haga otro.

Si aún así por enojo el sol se apagara,
Si la vida como es no volviese a ser,
Si tu mano con la mía se encontraran
Y de los cuerpos surgiera aún la vida...

Quisiera reconstruir todo con posibilidades,
Desatar las ataduras con una revolución
Donde "guerra" se le llame al cambio
Y de la fuerza surja la unión.


.-Pía Augusto.-

Cuando duele un recuerdo - Pía Augusto

Es triste la felicidad
de hallar quien te comprenda,
cuando a uno la luz lo ciega
por ver donde no debiera.

Y vendados van los ojos
que torpemente te vieran,
cuando la noche por fin llega
y uno se quita la venda.

Y subyace lo que estaba oculto
y renace lo dado por muerto,
cuando a uno le duele un recuerdo
la sal sólo aviva la herida.

Supurar podrá la vida,
es que a veces uno se olvida:
vale más una verdad
que vivir con media mentira.

Pero más temprano que tarde
al oído del sordo llega un sonido
y el eco del ciego hace alarde:
no importa cuándo, todo se sabe.



-.Augusto, M.Pía.-

No es que no lo sienta - Pía Augusto

A veces seré fría como nieve
y creerás que las palabras no me tocan,
que es difícil llegar a herirme,
pero no es que no lo sienta.

Podrá mi suerte cambiar el rumbo,
mis pasos seguir tus pies
y aunque no te enteres cuánto
yo siempre te voy a querer.

Porque tengo un mundo bautizado
con tu nombre y dirección.
Si me pierdo alguna vez,
el único miedo es encontrarte a vos.

Por eso cree cuando te miento
y te digo que no siento,
porque se hace gélido
el frío invierno si no te tengo.

Y te irás de la ciudad una vez más,
encontrarás un nuevo amor
diferente de los demás
y yo seguiré siempre igual.

Pero no tengo que advertir
que prestes atención cuando te mientan
porque nadie como yo sabrá decirte
que te vas y no es que no lo sienta.



-.Augusto, M.Pía.-

Como si huirle a la locura se pudiera - Pía Augusto

Sentirás que es otra la piel
cuando te toquen sin saber,
como lo supe hacer,
como nadie lo hará.

Verás vació el sitio que ocupé
y preguntarás quién lo ocupará,
cómo le has de dar ese lugar,
cómo harás para olvidar.

Detendrás impune al mundo
más no sea por un segundo
como no se detuvo conmigo
como si en verdad se detuviera.

Y me verás en un reflejo allí parada
pensando que estoy ciertamente ahí,
como si realmente pudiera ser yo,
cómo si aún a la distancia estuviera.

Te aferrarás de nuestros recuerdos
tanto que vivirás los mismos miedos,
como si fuera fácil renunciar al amor
como si huirle a la locura se pudiera.


-.Augusto M.Pía.-

16 de junio de 2010

Quién fui - Pía Augusto

Y me alejé, como se alejan los problemas
como se acercan tus imperfecciones
como no acaba la rutina,
como tiene memoria un recuerdo.

Porque estuve ahi y estoy
aunque no te percates
aunque de mi te apartes
aún si me alejo de vos.

Será que entendí lo errada
lo muy equivocada,
que estaba cuando creí,
que podía confiar en vos.

Si mañana ya no despierto,
¿responderías mi llamado
cuando en la noche yo a tu lado
te cuidara descansando?

Me responderías aún así,
¿quién en tu vida yo fui?



-Augusto, Pía.-

14 de junio de 2010

Señor Juez - Pía Augusto

Voy a empezar por contar lo que realmente es,
lo que comenzó con un nunca jamás y acabó por un tal vez,
más le juro señor juez que soy culpable e inocente
y quien diga lo contrario que lo demuestre,
con pruebas que lo hagan evidente.

Como ambiguo lo que digo, verá que tengo razón
a veces uno esconde la verdad en su corazón.
Y no soy la excepción, aprendí a callar silencios
incómodas comodidades para descubrir que tengo
la mitad de esta culpa que no es mía y adopté.

Para errar se es humano y los demás son del palo
entonces de qué arrepentirse.
Estuve siempre encerrada, ambos en un cuarto oscuro
y me vi obligada a optar.
¿No es que acaso es mi deber?

Si se me obliga a elegir, ¿de qué se me juzga?
Bueno, no me apresure señoría
prosigo el relato para tenerle al tanto
y para luego dejo el arrebato.

Eran las dos pasada la madrugada
y estaba allí yo conglomerada
por lo que mantuve mi respiración
y no eran nervios sino atención.

Los minutos no pasaban en mi reloj
cuando me percaté de que no funcionaba.
Se me iba a hacer tarde esa mañana
y era algo que ya me preocupaba.

Verá magistrado que supe estar
siempre atenta a la aguja del minutero
pero me apuñalaron los segundos
y perdí la noción del tiempo.
(Francamente un asesinato)

No sea injusto conmigo,
la verdad le estoy diciendo.
No fue intencional permanecer ahí,
me retuvo por completo mi falta de optimismo
y una vez empezó a correr el ruedo,
no acabó por responder mi ruego.

Soy débil para estas cuestiones,
pero como lo creí deber
había que llegar a una determinación,
mas no preveí que una vez adentro
comenzaría la función
y sería yo primer espectador.

Sí, tenga por cierto que estaba ahí
y cúlpeme por estarlo en la ocasión
pero no fue mi voluntad la que cerró la puerta,
Dios y yo sabemos lo que ocurrió después.

Asumo que serían ya las tres pasadas las dos
cuando resonaron en él aquellos acordes
para nada armónicos sino irónicos;
me había estado esperando confesó.

Admito que quizás yo puse el motivo,
lo planté en ese mismo instante
pues en vez de retractarme
sin prejuicios me sonrojé.

Habrá sido un indicio,
que luego dio paso a un juicio
y aquí estoy arrepentida
pues pasó lo que más temía.

Cerré los ojos empapada de pudor
y como nunca resonó su voz.
Eran casi las cuatro
y ya incluso hubo desacato.

No pude creer lo que oí
y usted no creerá si le dijera
que el mojó las tijeras
dando paso a las impertinencias.

Me tomó del brazo ávidamente,
como quien impele un golpe,
me escurrí sagaz y más
sepa que pasó en la oscuridad.

Cogió mi rostro, apartó mis manos
y mirando mis pupilas sollozó
que no era yo la atracción,
siendo él fútil actor.

Señoría, no perjuro en vano.
Yo sé que me mentía
pues dentro de mí lo sentía,
¡Le imploro menor cuantía!

No es mi culpa, yo sólo planté la ocasión
tenerlo en mis brazos una mala planificación.
Cúlpeme de mis criterios cuanto le plazca
más no llame destino a mi propia ignorancia.

La verdad es ciertamente ésta:
en la oscuridad me perdí;
abrí los ojos sólo para ver
que volvía a ser su rehén.

Mi culpa es el consentimiento
por eso asumo lo dispuesto.
Si la pena es el olvido,
prefiero la noche eterna
y para ello de favor le pido,
déme cadena perpetua.




-M.Pía Augusto.-

22 de abril de 2010

Wendy pasó de Peter y de Garfio - Pía Augusto

Como el eco de una palabra que jamás se pronunció, a veces uno espera algo que todavía no ocurrió. Aguarda con tales ansias que al mundo no advierte y el tiempo que corre para él es inerte. Pero hay una historia que nadie vivió, un mundo, una realidad de la que nadie se percató.
Puede ser que los sueños te guíen un tanto lejos donde no creías llegar, o que tu barca se aparque serena y la lidere el viento. Depende de vos; pero habrá siempre un horizonte, no un norte o un sur, un cometa quizá, tal vez una ilusión, una brújula que indique qué camino es mejor.
Un viaje habrá comenzado entonces y serás más no espectador sino protagonista, el tripulante de un cuento que aún se está por re-escribir.
Navegantes de farsas siempre habrán de encallar tu timón, la cuestión es qué tan preparada estés para afrontar aquella deriva que te mantiene inmersa, cautiva.
Yo no nací prisionera, pereceré en libertad.
Como alguien sufrió, también a mi me tocó, mas pensé en el destino como el mazo divino, sonreí y pronuncié: nemo me impune laccesit!
Si por describirlo fuera diría: "Te arremete con crudeza, tiene el cómo y el por qué de surcar los siete mares, es buen marinero de agua salada, probó las bondades de las cristalinas costas dulces pero siempre gustó de mucho más. Así es mi querido Capitán, el Garfio de Peter Pan, quien me convirtió en Wendy y me trasladó al país del NUNCA JAMAS."
Fue entonces cuando creía descreer que creí.
Por pisar en falso en reiteradas ocasiones aprendí cómo caer y me aferré del suelo. No supe vivir sin mis pies enraizados y lo cierto es que es hubo ocasiones propicias y también una mala elección, si la cuestión fuera sobre franquicias.
Debí saber que el uso no da propiedad, que era una mala inversión; no entendía entonces lo refutable y absurdo que resulta sobre las personas comenzar una usucapión.
Los cuentos de hadas, falacias son. Los niños perdidos se han hecho mayores en alguna ocasión.
Y mi Wendy no está perdida, tan sólo quedó algo abatida tras el golpe de realidad.
En algún lugar de la memoria reposa plácidamente y me recuerda que alguna vez tuve anhelos.
Aunque sinceramente creo haber hasta perdido la coherencia pues me aferro a lo que no dura como si lo que abundara fuera paciencia.



-.Pía Augusto.-

26 de marzo de 2010

Crítica peyorativa - Pía Augusto

Conocí una vez a alguien de buen talante. Esta persona poco épica, nada tenía de rudimentaria. Sus ojos negros decían más que las palabras que no pronunciaba; hablaban en el silencio de la noche como ninguna otra mirada que yo hubiera conocido. Me contaba cosas que gustosa oí, compartía el aire del cual yo también bebí. Y fueron milenios esas horas y días esos encuentros en que no hubo un sol. No existía el alba, la noche era su única predilección. Tal vez no en sentido literal pues le conocí otros amores acomplejados, otros sinsabores también me asfixiaron.
En su noche no fui única, no. La metáfora es mi cómplice y el vacío su perdición.
Ese alguien, tan banal pero extraordinario, tensaba los hilos de los más ásperos pensamientos con su sarcasmo. Su boca, si era boca y no labios, se inmutaba ante la palabra rebelión. Pero era de esos "alguien" qué sólo buscaba la portada y no alguna buena edición. No le importaba el contenido, tan sólo leía el guión.
Como una buena copa, gota a gota lo acabé por degustar. Hasta aquí podrán fargullar, lo ilusa que supe ser, a lo que simplemente diré: no me jacto tampoco de lo que pasó después.
Al principio un sabor a dulce uva me invadió. Como un tinto al que se deja añejar, tenía un peculiar aroma que atraía, pero era más al ojo que a la vista, lo que mostraba sepan, que no lo prometía.
Si pudiera escribirle un poema a esos ojos, uno que fraguara la amargura que esconden tras de sí, segura estoy que mostraría tal cual es, su entereza y su desdén.
Puedo percibir una intención cuando la veo y sentarme a ver como se abre paso el ocaso, u obligar incluso al tiempo para que suelte un poco esa arrogancia que le tiene a mal traer entre el deber y la cordura, más allá del mal y del bien.
Pero fue un mal trago, fue un sorbo apresurado.
Fue vino sin uva, sin sabor, tarde supe pues leí el prospecto en el anverso: bebida de estación, no contiene graduación. Comó supieron de antemano, sí, ilusa fuí y también creí.
Sabrán diculpar si insisto, pero unos ojos como esos les aseguro que no mienten. Engaña quien los lleva, mas no miente su naturaleza.


-.Pía Augusto.-

21 de marzo de 2010


Yo no sé como hay quien malversa la vida,
cómo hay quien invoca una herida,
cómo pueden gastar el amor [...]
Yo no sé si el mal tiempo trae mala fe,
pero a mi lo que me embruja es volar
y hechizarme con tus sortilegios.

8 de marzo de 2010

NVIDIA


La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.

9 de febrero de 2010

Igual te espero - Pía Augusto

Necesito oir de tu voz eso que siento dentro
pero no tiene palabras para hablarte.
Reniego de mi misma para dejar de pensarte,
busco una excusa que me haga perdonarte.

Cada día estás mas lejos pero necesito partir,
algo adentro mio obliga a apartarme de ti.
Tengo en claro quíen sos debajo del antifaz,
y no puedo enamorarme así.

Serás adivino dentro de una profesía;
llegaste de la nada y te apoderaste de mi.
Ahora el aire no existe, no es parte de mi
soy etérea, me fui de mi.

Y a cada hora te alejarás más de la ciudad
mientras que un corazón roto es dificil de arreglar.
Te seguiré mirando desde donde te vi partir,
esperando que quizá alguien te recuerde a mi.

Te sentiste obligado a soltarte de mi,
como si te doliera el verme cerca de ti.
Será que no quisiste que me haga daño,
será que fuimos poco para demasiado.

Me niego a creer que tengas esa maldad,
prefiero pensar que tendré que esperar.
No importaría si tan sólo dieras una señal,
podría una vida al menos por tí yo rezar.

Ultimamente quiero desaparecer,
ser como el aire pero dejar de caer.
Hay un punto de inflexión que me detiene
me amarra, me ata, que atrae hacia ti.

No sé que le has hecho a mi moral,
pero sé que conocerte no ha sido casual.
Creo en lo que dice el destino
aún si hoy no te tengo conmigo,
yo igual te espero.



-.Augusto, M.Pía.-

18 de enero de 2010

Cortázar - Para leer en forma interrogativa

Has visto,
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...
Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás...
Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...
Has sabido
con cada poro de la piel, sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,
había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.

Benedetti - Enamorarse y no


Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo

Alguna vez, ya verás!


Y si fuera una utopía
preguntas
Si no existiera tal lugar

Yo digo
que ya van a volver
tus ganas de amar

alguna vez.

Que venga!


Un gato negro encontró a un gato blanco. El gato negro miraba cómo el gato blanco corría en círculos intentando atrapar su propia cola. Pasados unos minutos, mareado de mirar a su compañero, el gato negro le preguntó al blanco qué es lo que hacia. El gato blanco, haciendo una pequeña pausa, explicó:
-- ¿Sabes? He descubierto que la felicidad se halla en mi cola, y por eso la persigo sin cesar.
--Vaya ¡qué casualidad! -dijo el gato negro-. También yo descubrí que la felicidad se halla en mi cola, por eso voy haciendo tan sólo lo que necesito hacer y ella viene detrás de mi todo el tiempo...

Estoy de paso


En ocasiones, me cruzo con la ira…,
y ella porfía con tomarme el brazo, pero le digo:
"¡No puedo irme contigo… trata de comprender…
estoy de paso…".

Otras veces la duda me visita
intentando enredarme en su fracaso,
y de la misma forma me disculpo:
"Perdóname, pero… estoy de paso."

Algunos días es la intolerancia
quien trata de envolverme con su abrazo,
pero también me niego a recibirla:
tendrá que dispensarme… estoy de paso.

Y hay circunstancias en que el sufrimiento
es el que trata de llenar mi vaso,
más sé de su carácter ilusorio y no le doy cabida…
estoy de paso.

Incluso cuando arriban los temores
-esos que asustan siempre por si acaso,
con su caterva de preocupaciones!-
tampoco los atiendo… estoy de paso.

No quiero demorarme en pequeñeces…

¡Cada minuto es un tesoro escaso,
que se va entre los dedos como el viento!
Y como el viento...
¡también yo estoy de paso…!

Mucho más grave


Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo,
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte,
cuando digo todas las parcelas,
no me refiero a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojala nada mas.
No me refiero solo a que de pronto digas
voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta
bueno llora
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y que por eso salga en seguida el sol.
Ni me refiero solo a que dia tras dia
aumente el stock de nuestras pequeñas
y decisivas complicidades
o que yo pueda - o creerme que puedo-
convertir mis reveses en victorias
o me hagas el mas tierno regalo
de tu mas reciente desesperación.

No
La cosa es muchisimo más grave
cuando digo todas las parcelas
quiero decir que ademas de ese dulce cataclismo
tambien estás reescribiendo mi infancia
esa edad en la que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran.
Y vos en cambio sabes que eso no sirve,
quiero decir que estas rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui una vieja cargada de recelos.
y vos sabes en cambio extraer de ese páramo
mi gérmen de alegria y regarlo mirandolo.
Quiero decir que estas sacudiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomo nunca en sus manos;
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabes estremecerla
hasta que empiezan a caer las hojas secas
y quede la armazón de mi verdad sin proezas
Quiero decir que estas abrazando mi madurez
esa mezcla de estupor y experiencia
este extraño confin de angustia y nieve
esta bujia que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida.

Como ves es más grave
muchisimo más grave
porque con estas o con otras palabra
quiero decir que no sos tan solo
el queridp muchacho que sos
sino tambien los espléndidos
o cautelosos hombres que quise o quiero
Porque gracias a vos he descubierto
(diras que ya era hora , y con razón)
que el amor es una bahia linda y generosa
que se ilumina y se oscurece segun venga la vida
una bahia donde los barcos llegan y se van
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones

Una bahia linda y generosa
donde los barcos llegan y se van
pero vos,
por favor ,
no te vayas...

Te deseo


Te deseo una mirada curiosa,
una nariz con memoria,
una boca que sonría y maldiga
con precisión divina,
unas piernas que no envejezcan,
un llanto que te devuelva la entereza.
Te deseo la fe en el futuro...
como la promesa donde cabe todo lo que
aún no te sucede..