18 de enero de 2010

Que venga!


Un gato negro encontró a un gato blanco. El gato negro miraba cómo el gato blanco corría en círculos intentando atrapar su propia cola. Pasados unos minutos, mareado de mirar a su compañero, el gato negro le preguntó al blanco qué es lo que hacia. El gato blanco, haciendo una pequeña pausa, explicó:
-- ¿Sabes? He descubierto que la felicidad se halla en mi cola, y por eso la persigo sin cesar.
--Vaya ¡qué casualidad! -dijo el gato negro-. También yo descubrí que la felicidad se halla en mi cola, por eso voy haciendo tan sólo lo que necesito hacer y ella viene detrás de mi todo el tiempo...

No hay comentarios: