7 de septiembre de 2007

A unos ojos

Tan cargada de vida está la verde absenta de tus ojos cuando hablas,
que emborracha mirarte, y tanto frío puede albergarse en ellos,
que se hiela mi pecho si me miras.
Soy apenas quien teme y quien desea.
No me mires si es tan sólo por juego o por despecho,
pues abrasas la llama que en mí prendes con apenas volver a mí tus ojos.
Pero si sólo es juego o es despecho, en esa luz de súbito relámpago
que enciende tantas veces tu mirada, quiero quemarme así si así me miras,
pues no existe el ayer ni importa el luego.

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