7 de septiembre de 2007

Las formas del engaño

De entre todas las vidas que una vida puede encerrar,
tú y yo nunca escogimos precisamente
aquella que podría habernos hecho odiar todas las otras,
esa que hubiera sido sólo nuestra.
Pero quizás la vida no se escoge y es ella quien elige.
O es el azar quien le da una medida a nuestros sueños
y los cumple o los niega sin destino,
con una sorda y terca voluntad que sólo de sí sabe, a pesar nuestro.
O quizá es una forma de destino lo que ahí se nos muestra oscuramente,
y en el pasado esté nuestro futuro definitivo ya, antes de escrito,
aunque no acierte el alma a descifrarlo,
pues el tiempo lo cifra y ella es tiempo.
O más sencillamente, acaso sea todo esto cuestión de cobardía
y nuestro amor, posible o imposible, una educada forma de engañarnos.

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