29 de febrero de 2008

En silencio

Aunque nunca mis palabras
resuenen en tu pecho;
aunque nunca mi sonrisa
tenga el premio de tus besos;
yo, lo mismo he de quererte,
de quererte en silencio,
como quieren los que sufren,
los que sufren en silencio.
Benditas sean las horas
que me traen tu recuerdo,
cuando a solas en mi cuarto,
sin mirarte yo te veo.
Porque tu me has enseñado
a quererte desde lejos,
con los ojos, con el alma,
sin palabras, y en silencio.

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