29 de febrero de 2008

Dejaste de ser ideal...

Ahora sé cómo mirás y cada cuánto te gusta pestañar. Sé cómo caminás y cómo te gusta sentarte. Ya no sos más el que yo quería que fueras, ya sos vos. El que me regaló muy pocos momentos de la tarde con el pelo suelto, el que por un segundo me miró a los labios y me hizo perder lo que venía diciendo. Ahora sos real. Me arrinconás siendo vos y no puedo refugiarme en los tiempos de antes, no puedo seducirte con palabras pensadas, tengo que mostrarle a tus ojos que en lo espontaneo también puedo interesarles. Y hablo rápido, o me quedo callada, el término medio no aparece. Aunque soy buena simulando tranquilidad y naturaleza para charlar, también soy bueno para desearte en silencio y aguantar las ganas de besarte. Eso me aniquila por dentro, pero no se nota.

Más tiempo estoy con vos y más tiempo quiero estar. La idea de caer de sorpresa en tu ciudad por un día resultó hermosa, pero no alcanzó. En poco me estoy volviendo y sé lo que viene ahora. La memoria no es selectiva e ignora mis necesidades, poco le importa ser ella misma hoy y empezar a borrarme el color de tus ojos y la linea de tu cuello. Tendré que inventarlos una vez más, y te volverás ideal una vez más. No me quedará otra que improvisar otro feriado y tomarme un micro, sólo para que te descuides de nuevo y me mires a los labios, para verte caminar, para comprobar que sos real, para sentir que si nos llegamos a besar, va a ser sólo para que extrañarte me duela un poco más.

Hoy dejaste de ser ideal, ahora duele.

No hay comentarios: